"Bueno, pues el juego va a ser Ciberpunk pero con las reglas del Mouse Guard,
pero los personajes no son personas sino simios alterados por una corporación..."
La gente tiende a suponer que "un juego de rol" consiste en un libro en el que viene escrito un escenario de juego y un conjunto de reglas asociadas a él. Y si esa gente no se ha parado a pensar mucho, puede que incluso no sepan disociar una cosa de otra. Y si no han jugado mucho a rol seguramente se tomarán ambas cosas al pie de la letra, y eso puede traer problemas.
Es lo que le pasaba a mi amigo el dungeon máster cojonudo. Él al principio no avisaba a sus nuevos jugadores, pero luego tuvo que comenzar a hacerlo:
- Oye, que me ha dicho [inserte nombre aquí] que quieres dirigir. ¿Puedo apuntarme?
- Voy a dirigir D&D 3.5 en Reinos Olvidados ¿Conoces bien las reglas y el trasfondo?
- Bueno, el sistema más o menos sí, supongo. El trasfondo no, pero es el típico, no?
(Aquí es cuando mi amigo pone cara de circunstancias)
- No, a ver: yo dirijo de forma muy táctica y con el reglamento tal cual, y necesito que lo conozcas bien porque si no lo haces vas a morir muy pronto. En mis partidas los esbirros no son estúpidos, flanquean y hacen maniobras tácticas. Si tú eres de los que simplemente se lanzan a lo bruto, vas a estar en desventaja. Y necesito que conozcas bien el trasfondo porque me gusta mucho Reinos Olvidados y quiero jugar en ellos, no en una parodia de ellos. Y necesito que los conozcas para que seas fiel al trasfondo y la experiencia de juego sea más inmersiva. Si no conoces bien ni el sistema ni el trasfondo no te preocupes que yo te puedo dejar los libros y novelas para que te ambientes, pero mis condiciones son esas. Quiero jugar D&D en Reinos, no una pachanga sajaraja.
Y aquí es cuando el potencial jugador se aleja huyendo, porque lo que él quería era simplemente jugar a rol de una forma desenfadada, y lo que mi amigo pretendía era que jugara en serio
Por eso a mí me gusta, a la hora de reunir a un grupo de personas para formar una mesa de juego, dejarles bien claro a qué vamos a jugar. No solo las reglas y sus posibilidades, sino el trasfondo y el tono de la partida. Una vez que todo ésto ha sido consensuado, ya se puede jugar sin miedo a que estemos en una misma mesa y jugando a cosas distintas.
3 comentarios:
Siento hacer un comentario tan poco constructivo, pero... me encanta la imagen. ¡Claramente la fresa es el master!
Hombre, está claro que el diálogo es fundamental, pero el director de juego ha de recordar lo más importante de un juego de rol: divertirse y que sus jugadores se diviertan.
Lo cierto es que con esa actitud no deja dudas sobre lo que quiere.. si lo encuentra jugará mucho más feliz, pero es cierto que le va a costar encontrar jugadores tal y como los quiere. Un poquito de manga ancha es necesaria...
¿Una fresa jugando Mouse Guard?¿una fresa jugando kiwi?
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