Jugar sin límite de trasfondo.

Fuyur aprueba los trasfondos sin limitaciones y las historias interminables.

Llevo unos días dándole vueltas a un asunto, y cuando me pongo a escribir sobre ello venís vosotros y os ponéis a mandarme artículos acojonantes que se aproximan a lo que yo estaba escribiendo, y me obligáis a reescribirlo todo. Argh, malditos seáis. Pues iba a darle más prosa, que lo sepáis, pero ahora ya no hace falta. A lo que iba:

Dentro de poco tengo partida con una nueva mesa de juego, y uno de ellos (que no se ha leído el sistema todavía) ya me ha dicho que ha escrito un par de páginas de trasfondo. Y ahora, en teoría, yo tendría que decirle que no, que lo resuma en 100 palabras. Pues de eso nada, le he dicho que muy bien.

Muy bien hecho, sí señor, y a los demás tampoco les voy a decir nada. Si me vienen con la trilogía del elfo oscuro bajo el brazo y me dicen que van a interpretar a Drizzt Do´Urden, les voy a decir que muy bien (bueno, obviamente estoy exagerando, pero ya véis por dónde voy). Y si me vienen sin trasfondo, pues también, qué narices. ¿Quién soy yo para coartarles, a ver?¿Qué autoridad tengo yo para decir a nadie cuánto tiene que contarme sobre su personaje? Pues eso. Ahora mismo lo de poner un límite al trasfondo se me antoja una regla sin mucho sentido, así que para ésta modificación del sistema propongo lo siguiente:

No hay límite de palabras al trasfondo ni límite a las palabras ganadas por aventura. Escribe cuanto quieras, tanto a la hora de crear el personaje como a la hora de reflejar sus vivencias. La única repercusión que podría tener ésto en cuanto a la mecánica sería en el "sistema de experiencia", y tampoco. Vale, ya no existiría lo de ganar 30 palabras, ¿y qué? Todavía tienes que reflejar en tu trasfondo la evolución de tu personaje, y el propio flujo de la historia es más que suficiente para limitar ésta. ¿Quieres subir "Piloto de aeronaves" de 3 a 4D? Pues a ver cómo explicas la cantidad de horas que vas a tener que pasarte en el simulador o haciendo piruetas por ahí con una nave de verdad. Pero hazlo y refléjalo, y ésta vez sin restricciones. El piloto lo tiene fácil, solo tiene que practicar y practicar y practicar, y una vida de aventuras ayuda en su aprendizaje. Vale, ¿y un mago? Ya no es tan fácil, eh? El mago aprende mediante el estudio, y el estudio requiere tiempo, privacidad y una localización adecuada; por tanto, pasarse el día saqueando mazmorras puede que no sea lo mejor para aprender nuevos conjuros.

Y ahora, la pregunta: ¿qué pasaría si mezclamos ésto esto con lo de jugar sin rasgos?¿Qué criatura saldrá?