16 julio, 2014

Panzaísmo (Pequeñas magias I)


"Pffff...¿y qué dice qué es esa bola que gira?"

Quinto Práctico observó la imponente figura que se alzaba frente a él. 
-Así que es cierto lo que dicen… 
-¿PERDÓN? 
-Sí, ya sabes: en la última agonía del individuo durante el proceso terminal que consiste en la extinción de su proceso homeostático, el cerebro recibe menos oxígeno. Ello conjugado con otros factores tales como la actividad visual durante la isquemia retinal además de la degeneración de la mácula provocan alucinaciones que en muchos casos tiene que ver con fantasmas, parientes ya fallecidos, o, como en este caso concreto, con antropomorfizaciones de conceptos abstractos como la muerte. 
-¿CÓMO? 
-Hablando de manera llana: No eres real, eres una alucinación en mi agonía. Simplemente fruto de procesos físicos que se dan en mi cerebro. 
-PERO…¡SI HAS SIDO DECAPITADO! 
-Oh, bueno…eso es tan solo una cuestión del sistema de referencia que decidamos adoptar...
Con esta humilde entrada que me ocupa quiero inaugurar la primera de una serie de ellas acerca de trasfondos mágicos aplicables a XD6, algunos de ellos adaptados de novelas y otros, como éste que nos ocupa, originales del autor aunque con influencias fácilmente reconocibles.

El panzaísmo es la negación absoluta de lo sobrenatural. Un panzaísta siempre encontrará una explicación mundana para cualquier suceso que pudiera parecer inexplicable o no sujeto a las leyes físicas tal y como las conocemos. Lo cual no supondría ningún problema en lugares constreñidos tales como mundobola, en ese reflejo del multiverso que algunos tienen a bien llamar "la realidad"...
Aunque la cosa se complica si el panzaísmo tiene lugar en un universo donde la magia, los seres sobrenaturales, los milagros o sucesos inexplicables y maravillosos están a la orden del día. En semejante lugar, el panzaísmo puede ser una fuerza totalmente devastadora. Si a eso le sumamos el poder de la fe, en un lugar donde los mismísimos dioses dependen de ella para su propia existencia, las consecuencias podrían ser catastróficas.
Porque un panzaísta puede llegar a negar la realidad, y con negar no me refiero a que no la comprenda o no quiera aceptarla, me refiero simple y llanamente a transformarla. Y no solamente a sus ojos, sino que la transformación es directa y total de modo que aquello que el panzaísta cree que es la realidad pasa a serlo.
Los panzaístas son individuos doctos, versados en multitud de materias tales como la física, la química, las matemáticas y una miriada de ciencias experimentales y objetivas, unos auténticos maestros del método científico.
Esto no sería más que una mera anécdota sino fuera porque los panzaístas no tienen el pudor necesario del silencio y gustan de compartir su filosofía con cualquiera que se preste a ello. Además acostumbran a juntarse con sus semejantes para compartir ideas, experiencias, deducciones y jactarse de sus logros. Incluso llegan a premiarse entre ellos.
Los panzaístas son peligrosos pues afectan al mismísimo tejido de la realidad. Convendría tener esto en mente y actuar en consecuencia. De no obrar así sus ideas podrían extenderse como la plaga. Pero quizá sea ya demasiado tarde, ayer vi como la multitud se agolpaba alrededor de unas extrañas escaleras que conducían a la boca de un túnel que no obstante estaba cegado por tierra apenas unos metros más allá. Esas extrañas escaleras había surgido de la noche a la mañana en donde habitualmente estaba el modesto establecimiento de un guarnicionero. Sobre las escaleras, en lo alto de un mástil, pendía un extraño letrero que rezaba "METRO".
A nivel mecánico el panzaísmo es bien sencillo, cuando un personaje se enfrente a un suceso que pudiese catalogarse como sobrenatural o mágico podrá tener lugar una prueba del rasgo pertinente que refleje dicho carácter panzaista contra una oposición. Ahora bien, ¿cómo definir esa oposición? Ésta vendrá determinada por la explicación que del suceso sobrenatural dé el panzaísta y de lo acertada que sea ésta en opinión de la mesa. Así pues cuanto mejor sea la explicación y el suceso sea de menor entidad, menor la oposición, por el contrario una mala explicación o tratar de justificar o cuestionar un hecho básico de la realidad conllevará una oposición elevada.

En caso de tener éxito la prueba la realidad se verá transformada amoldándose a la explicación dada. En caso contrario el suceso se mantendrá de manera original. La diferencia de éxitos entre la oposición y el personaje, de haberla, se deberá asumir como "daño" en el rasgo panzaísta.

Y ahora, un par de ejemplos para ilustrar todo esto.

El primero:
Quinto observa como frente a sí  en el suelo aparece un portal mágico del que surge un rostro de rasgos afilados y orejas picudas que parece estar muy enfadado.  
"Es curioso"-piensa Quinto-"Sin duda estoy siendo testigo de un espejismo. Debido a la refracción de los rayos solares y a la variación del índice de refracción del aire en función de la temperatura estoy observando un fenómeno que con toda seguridad está ocurriendo en un lugar tremendamente cálido y muy lejano de donde me encuentro, puede que incluso a cientos de kilómetros de distancia. Este señor, que sin duda está disfrazado, parece estar bastante enojado, la falta de agua tal vez o el aislamiento..." (La mesa hace la ola y decide que semejante explicación merece tan solo 1D de oposición que el rasgo "Todo tiene una explicación científica" 3D de Quinto supera sin dificultad). 
Arendil, bravo guerrero elfo, observa atónito el desolado paisaje de dunas de arena, tan distinto de sus bosques natales, que se extiende a su alrededor. "¿Cómo demonios he llegado hasta aquí?"-Piensa mientras se mesa los cabellos. Horrorizado observa que su pelo ya no es tal sino que parece ser una peluca y sin dar crédito a sus ojos y presa del terror observa como dos orejas postizas picudas caen sobre la arena.
A poca distancia de allí un padre y un hijo saborean a pequeños sorbos café klatchiano en su tienda. 
-[Padre, ¿has oído ese alarido?]
-[No te preocupes hijo, será un coyote] 
 No muy lejos de la tienda, un coyote, anteriormente llamado Arendil, olisquea un par de orejas de plástico.
Y el último ejemplo, último también en el triste deambular vital de Quinto.

Un trol imponente que trabaja como portero en el garito donde Quinto equivocadamente cree que ha quedado con sus colegas se dirige al panzaísta:
-Lo ziento, ezta fiezta ez pribada.
Pero Quinto, apocalipsis andante y panzaísta irredento, no puede quedarse quieto y murmura:
-Curiosa estatua, el aire que se introduce entre sus recovecos hace un ruido que un necio podría llegar a asimilar a una voz.
(La explicación está pillada por los pelos y dudar de la existencia de un troll atenta contra el tejido más básico de la realidad con lo que la mesa le asigna una oposición de 4D. Lamentablemente Quinto fallará esta tirada ocasionándole un daño en su rasgo "Todo tiene una explicación científica")
A partir de aquí las cosas se aceleran y acaban con un troll que, molesto con que se dude de su existencia, acaba decapitando a Quinto de un tajo de su mandoble.
Y hasta aquí hemos llegado...¿alguien más se anima?

4 comentarios:

Chukkatrok dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Chukkatrok dijo...

Buf, esta magia es peligrosísima. ¿De dónde sale el nombre?

David Rivas dijo...

En cuanto a la peligrosidad, sí, es bastante peligrosa y una manera de modularla sería exigir oposiciones elevadas cuando se dude de cosas "básicas" como el ejemplo del troll, que podría tener incluso una oposición más elevada. Otra manera de equilibrarla es obligando a que el margen de fracaso en la prueba dañe el rasgo. De modo que su uso sea también peligroso para el panzaísta pues pone en tela de juicio su sistema de creencias. Para recuperar un rasgo dañado de esta manera solo sería a través de una reclusión y periodo de estudio que sirvese para reafirmar su filosofía de vida.

David Rivas dijo...

De todas maneras, en el fondo, los panzaístas deberían ser los malos de la historia...